Piratas de los madriles un Lunes cualquiera

Es lunes, pero que significado tiene a parte de ser el nombre de otro día mas??? Se prepara el partido de paddel nos medimos las fuerzas ante Pedro “Mingez” , Carlos, Pablito y Ed... el pabellón de la complu tiembla ante la llegada de los cuatro titanes.
Tras dos horas de intenso juego cervecitas, patatas y aceitunas que no podían faltar en un momento como este.
Nos vamos a casa soñando con un baño de los que hacia años que no me daba, solo faltaba la chica, gran fallo!!! La música sonaba y mientras yo me relajaba para lo que la noche madrileña nos deparara. Pasamos de la cena y decidimos dormir un rato para estar más frescos y afrontar bien el embarco y la misión: “El abordaje de la Bela mayor” esa era el objetivo de la misión. El mar estaba en calma justo antes de embarcar en el fordfi, el cielo despejado auguraba un buen presagio y la música daba el buen royo necesario para que la misión fuera un éxito, la oscuridad nos cobijaba y mantenía oculta nuestra embarcación y los tripulantes de la misma de aquellos que quieran impedir que llegásemos a buen puerto.
Nos vimos obligados ha realizar una primera parada en Kepeer, conocido por bucaneros y piratas de la peor calaña, allí nos sentíamos como en casa y mientras empapábamos nuestros gaznates sedientos de Grog gracias al comodoro Panita, que una vez mas nos demostró su gran saber tecnológico y nos acompaño con una conversación entrañable que quedo sellada por un chupito flameado y un posavasos firmado por todos recordando los momentos vividos.
Una vez saciada nuestra sed, una paloma nos envió un mensaje de una nave que navegaba cerca de nosotros, era una señal de ayuda, teníamos que prestar nuestra ayuda obligados por el código pirata, pero no salimos hasta prometer que la noche continuaría otro día junto a nuestro comodoro.
Nuevo emplazamiento: La botellita!!! Una vez allí buscamos a quien solicito el derecho de amparo, no podía ser otra, cuando la vi me dirigí directo a ella y la acogí entre mis brazos para que sintiera que todo había pasado y que ya no corría peligro alguno.
Le pedí un vodka con limón, pues eso la ayudaría a calmar los ánimos, aunque en realidad sirvió para que se emborrachara más. Cruel acción por mi parte pues se vio obligada a levar anclas y por lo tanto retirarse antes de lo esperado y con esto adiós al tesoro pirata.
Aun así el animo no decayó pues los capitanes del fordfi izaron la mayor, y el viento les llevo hasta tierras conocidas bajo el nombre de Green, Allí nuevos tripulantes se unieron a la que era una marcha sin fondo de desmedida perversión, baile y cachondeo.
El cierre se aproxima, pero aun no estábamos saciados, no podía acabar así...
Nuevo emplazamiento: “La ruta del desayuno” pocos valientes son los capaces de llegar hasta aquí pues es un lugar tenebroso bañado por la luz del sol y al cual solo pueden llegar aquellos que ya estuvieron antes.
Bocata de calamares, cerveza y bravas nos ayudaron a terminar de saciar lo que fue una noche mítica entre los mayores piratas de Madrid conocidos bajo el nombre de Capitán Pablito patillas grandes y el Capitán Ed Garrapata.
Las autoridades solicitan la ayuda ciudadana para retirar del mar madrileño a semejantes bribones.