26 de Septiembre 2003

Flipe bebe, Pablito, Rafulano, Leito, Yayo, La Monda, Nacho, regalo a Yayo,
intoxicados por cucal, Trisky, feitos, lu... iluminacion, El bautizo...

Tras el duro trabajo siempre llega la recompensa, en este caso, Pablito y yo nos merecíamos una noche de juerga tras la dura jornada del trabajador, pero quien de verdad se lo merecía era el “Gran Pantomimo” pues fue Él quien se ocupo de organizar todos los detalles de una fiesta de tan gran importancia y reclamo, desde aquí GRACIAS por todos los esfuerzos que conlleva tal acto.
Un 26 de septiembre, pues otro día no habría sido valido, tenia que ser y fue el 26, (para aquellos que no lo sepan, en nuestro grupo siempre pasa algo fuera de lo común los 26, curioso pero cierto) el lugar de encuentro fue el pantoparque, descubierto por el “Espíritu” Pantomimo cuando un oráculo le dijo que en el futuro una ley absurda impediría que se hicieran botellones, fue entonces cuando buscando y buscando bajo el ancho horizonte de la ciudad de Madrid encontró un parque tranquilo, iluminado y donde no molestaran los pantomimos con sus juergas y cachondeos, pero antes de cederlo, se mostró el parque con una condición, que lo cuidáramos y respetáramos bajo pena de perder el derecho a estar allí. Así lo hicimos ayer y así lo haremos.
Como no, todos llegamos tarde, “es una reunión Pantomima, no podía ser de otro modo...” como muy bien explico Leo. Una vez saludado todo el mundo el Abu se levanto y comenzó a hablar, no sin las continuas interrupciones de cada uno de los miembros que rodeaban la mesa, aunque Pablito con lo que no contaba es que el Abu esta mayor y senil, pero aun mantiene carácter y puesto que no tenia una maza a mano para solicitar la atención de los presentes, se vio obligado a “regar” con un total de tres minis a nuestro mas joven (9 meses menos que yo, saquen conclusiones...) amigo.
La voz paso a Rafitha, Leo, Flipe, Pablito y por ultimo La monda, único caso en el que nadie interrumpió a tan gran orador. Aplausos, tiempo para reflexionar lo escuchado instantes antes y tres miembros que no hablaron, (Javichu, Nacho y yo) pues en mi caso estaba todo dicho y no creí necesario ampliar nada aunque si recalcar.
Llego el momento del Pantomimo invisible, regalos estrambóticos pero cargados de significado. El reportero grafico haciendo kilómetros para encontrar el ángulo bueno de la exclusiva que le convertirá en famoso paparachi... litros y litros de alcohol fluyeron por nuestros cuerpos, pero aquello no terminaría allí, continuaría en el salón de la guerra, Warhalls para algunos.
Una vez mas demostramos poder ser los más serios y los mas locos en un mismo momento, sin perder el sentido especial de cada situación, eso nos hace especiales, eso nos hace ser quien somos, nos hace ser MÍTICOS, seres mitológicos de los que muchos han oído hablar pero muy pocos han sido capaces de experimentar.