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Un mes antes... ... un mes después

18 de Marzo 2004

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Dios es impresionante lo cambiante que puedo llegar a ser, o tal vez lo cobarde, no lo se y desde luego no voy a saberlo nunca, no se si merece la pena, pero comerme la cabeza tanto por una persona no es bueno para mi, salio la coraza y ahora no puedo detenerla, ya es tarde, no me arriesgue, no juegue mis piezas, no luche y aunque no me siento orgulloso de ello, ya es tarde para cambiar de decisión, ya no es cosa mía, no puedo luchar contra algo que es mas fuerte que yo mismo y esa es mi coraza, joder que bien blindada esta la hija de puta.
Creo que las cosas tendría que haber surgido, vale no hice nada, tal vez la cague, pero desde luego estoy bien como estoy, no necesito cambiar nada de mi vida y no voy a cambiar mi mundo por una chica, eso nunca, nunca lo ha hecho y nunca lo haré, no puedo cambiar mi forma de ser, nací así, esto venia de serie no es un extra.
Tal vez cuando sea viejo me arrepienta, pero como seguramente no llegue a viejo tampoco me importa demasiado. La decisión esta tomada, la decisión es de carácter inminente y vitalicia.
Es lo malo de comerse la cabeza, que a veces te das cuenta de que algo no merece tanto la pena como creías. Simplemente fue un momento de bajón, baje la guardia, no fue nada mas, ahora la guardia vuelve a estar alta, ya no me preocupa.
Yo no soy el típico que se come la cabeza por tonterías de este estilo, pero esta vez fue diferente, si lo hice, craso error, pero ya ha sido subsanado.
Tal vez parezco frívolo e insensible después de lo que escribí de ella, pero no es así, no lo soy, simplemente soy coherente. Me deje guiar por un sentimiento, pero algo me decía que lo pensara, no me lance, un pequeño detalle se me escapaba y mi cerebro lo sabia, por eso no me dejaba actuar, ahora me he dado cuenta, los sentimientos no son buenos consejeros, no para mi. Se me presenta una situación ante mis ojos, al principio no soy del todo objetivo, pero siempre acabo siéndolo y acto seguido decido cual será mi postura, postura que desde el momento en el que la decido es inamovible.
Ya solo quiero su amistad, no necesito más.