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Un mes antes... ... un mes después

28 de Abril 2004

guerrero.jpg El viernes tuve una conversación “trascendental” de las que hacia tiempo que no teníamos y tuve la suerte de tenerla con dos personas, dos grandes amigos, con los que tengo el placer de conocer, no son otros que Javichu y Nacho, tanto uno como otro a su modo explicaron lo que últimamente había estado rondando su mente, algo que necesitaban contar y que con gran honor escuche.
Esto me hizo pensar, recapacitar en lo que desde hace 7 años hemos vivido y me di cuenta que aquellos idéales, aquellas inquietudes de juventud quedaron atrás, seudo-olvidadas, ya no era igual que lo fue antaño. No digo que los de ahora sean peores, pero si muy diferentes.

Al día siguiente pensando en todo lo sucedido en la noche anterior, donde por cierto Nacho fue claro protagonista, así se hace!!! Me hicieron recordar una leyenda que ley, una vez mas es oriental y es, porque no reconocerlo, que su filosofía de la vida es mucho mas espiritual que las del mundo occidental, tal vez este sea el encanto que tienen sus historias épicas y fantasiosas en determinados casos.

La leyenda es la siguiente, trata sobre un guerrero que fue capturado por unos soldados porque había asesinado por orden del emperador anterior a unos hombres. Este acto le condeno de por vida y el lo acepto sin importar las posibles consecuencias. Los soldados quedaron asombrados al ver que un guerrero conocido por su ferocidad en la batalla y sus dotes como luchador no opusiera resistencia alguna, tampoco dijo ni una sola palabra.

Los soldados le ataron a unos bueyes y le llevaron así durante días casi sin descanso, al llegar a un pueblo que estaba a dos horas del palacio del emperador donde seria ejecutado el guerrero, los soldados decidieron detenerse para beber agua mientras uno de ellos compraba unos higos para comer y este ultimo, incrédulo y asombrado por el comportamiento del preso, ofreció al guerrero un higo, pues le daba pena.

El guerrero le miro a los ojos y tras darle las gracias le dijo que los higos eran malos para su salud. El soldado no podía dar crédito a lo que estaba viendo, ya que el guerrero sabía que en dos horas moriría decapitado.

La moraleja de esta historia es que aunque sepas cuando será tu muerte has de situarte en el momento, lugar y tiempo en que vives, aprovechando de eso modo todo lo que aprecias. Creo que es la explicación a “Carpe Diem” tan utilizado por todo el mundo.

Bien pues eso es lo que quiero transmitir con este escrito, que disfrutemos de lo que tenemos, que busquemos con ahínco nuestra propia superación sin que nada ni nadie pueda evitarlo y por supuesto que siempre vivamos acorde a nuestras convicciones, no a las de los que nos rodean.