Os voy a contar un breve relato sobre un niño:
Este niño desde pequeño comenzó sus estudios al igual que todo los niños de su edad, pero él a diferencia de sus compañeros no encontraba motivación en muchas de las cosas que hacia en su vida.
Cómo a todo el mundo determinadas asignaturas le gustaban mas que otras, algo que no marca ninguna diferencia, pero que es un niño sin ilusión en su vida??? Yo os lo diré, un anciano, el cual solo espera que el tiempo pase lo antes posible para no tener que sufrir más.
Esta falta de ilusión le hacia faltar a clase, descuidar su formación y centrar sus prioridades en otros campos menos importantes que lo que se jugaba en aquel momento que era nada mas que su futuro, aunque para un adolescente el futuro esta aun muy lejos.
El chico se hizo mayor y se preparo para estudiar una carrera universitaria, pero una vez mas sin ilusión, aunque no le extrañó pues había sido una constante a lo largo de su vida, pero esa sensación de mal estar se hacia cada vez mas y más grande y cuando se quiso dar cuenta estaba sumido en un profundo agujero, oscuro y frió del cual no sabia salir. En el pasado habría luchado por salir hasta caer desfallecido falto de fuerzas, pero no sin volver a intentarlo por lo menos una vez más.
Pero ya no era así, ya no era ese luchador, tal vez porque sin darse cuenta había sufrido pequeños cambios que vistos por separado no parecían graves, pero si se unen todos si lo son por lo que nuestro protagonista en lugar de actuar como antaño lo habría hecho se acurruco en una esquina y dejo pasar los días, meses y años a la espera de tiempos mejores. Pasado el tiempo se quedo sumido en un profundo sueño, bañado por las aguas de la costumbre y el conformismo, hasta que un día despertó y se vio a sí mismo y esa visión fue algo que no pudo soportar.
Se alzo y rompió con todo aquello que le había llevado a esa situación, recupero las cosas de su vida que él considero importantes alguna vez, poco a poco volvió a ser el luchador que antes había sido y comenzó a trepar hacia la luz, hacia el nuevo amanecer, en busca de todo aquello que había recordado en el fondo de aquel agujero.
Según trepaba por el angosto y oscuro muro que le rodeaba pensaba en todo lo que tenia que cambiar, esa fue su ilusión, lo que le devolvió la vida que el mismo se había arrebatado, deseoso de comenzar algo nuevo, de recuperar lo que reclamaba como suyo.
Y eso no era mas que su propio destino.
Dicen aquellos que le vieron que cuando alcanzo la superficie y vio la luz se alzo como el Ave Phoenix envuelto en fuego y que su grito se oyó mas allá de los confines de la tierra.